No podía oir lo que hablaba Marc y menos aun saber con quien lo hacía. Creo que me estaba poniendo nerviosa, y si era una chica, una amante, y si era alguien mejor que yo... me estaba poniendo realmente celosa así que decidí salir de la habitación y sigilosamente espiarle. Logré escuchar algo de que quedaría con esa persona dentro de 5 días pero en cuanto Marc se dio cuenta de que lo estaba escuchando todo colgó; aquello me hizo sospechar y sentirme realmente mal, muy preocupada, tenía miedo, miedo a perderle.
-Marc, ¿quién era? -le pregunté seria acercándome a él
-Nadie, un amigo -me sonrió nervioso
-Mentira -le dije enfadada
-Alex, de verdad un amigo - me dijo preocupado
Me quedé callada, quería creerle pero algo me decía que estaba mintiendo. él se dió cuenta de que no estaba bien y de que estaba creando ideas en mi cabeza así que se acercó a mi, y me abrazó muy fuerte.
-No pienses mal, te prometo que solo estás tú -me dijo mientras me aferraba entre sus brazos como queriendo demostrar que me amaba tanto como yo a él-
-Tengo tanto miedo a perderte -le dije escondiéndome en su pecho
-Nunca me perderás, nunca, jamás.
Buscó mi mirada con la de él y puso uno de sus dedos en mi mentón levantándolo hacai arriba hasta buscar mis labios con los de él y besarme; justo en ese momento se me olvidó todo, hasta que una gemido de dolor salió de la boca de Marc, se me había olvidado que él no estaba bien.
-Marc deberías descansar te lo estoy diciendo de verdad- le dije mientras le acompañaba a su habitación. Cuando llegamos, le ayudé a tumbarse en la cama y entonces él tiró de mi brazo y me colocó justo a su lado.
-Pero tienes que estar tu conmigo, si no nada -dijo y después soltó una sola risita
-¡Eres terrible - me reí y le abracé
Nos quedamos así, el uno abrazado al otro un rato hasta que mi móvil sonó, era mi madre, tenía que volver a casa. Se lo dije a Marc que insistió en acompañarme pero insistí para que se quedara durmiendo, no estaba en condiciones de acompañarme así que me fui sola dando un pequeño paseo. Al llegar a casa me duché, hice algunos deberes que tenía que entregar al día siguiente y encendí mi aparatoso ordenador. Al conectarme vi que tenía un mensaje privado, era de Marc:
"Hola cariño, espero que hayas llegado bien, porfavor avísame cuando estés en tu casa, te echo ya demenos jaja (: te quiero (L)"
Al leer aquello mi sonrisa era de oreja a oreja, no podía ser más feliz en aquel momento. Cogí el móvil, busqué su número en la guía y le llamé.
-¿Diga? -respondío al coger mi llamada
-Cielo, soy yo -le respondí ilusionada
-¡Alex! me tenías preocupado, has tardado mucho amor
-Lo sé, lo siento por haberte preocupado es que me entretení comprándote una cosilla y se me fue el santo al cielo -le dije risueña
-¿Para mi? -preguntó sorprendido
-Si cariño, para ti
-¿Por? -se rió
-¡Porque te quiero! ¿Te sirve?
-Ummm... me sobra - se rió y a continuación estuvimos un poco hablando de todo hasta que le tuve que colgar para que descansase.
La mañana siguiente fue algo aburrida, Marc no vino a clase y yo tenía que decirle a todos los profesores que estaba enfermo, Marc estuvo tres días sin venir a clase y todos le echábamos demenos, nuestros amigos tenían ganas de acrbillarnos a preguntas y yo verdaderamente necesitaba verle otra vez.
Lllevábamos juntos ya una semana, y solo le había visto un dia pero todos los días, hablábamos tres o cuatro veces por teléfono, un día me dijo y que al siguiente ya por fin iría al instituto así que esa noche no paré de pensar en que ponerme a la mañana siguiente.
Cunado iba de camino con Ruth, no podía de parar de pensar en verle otra vez y poder abrazarle sin miedos, le necesitaba tanto. Cunado llegamos a la clase y le vi allí de espaldas sentado en la mesa y hablando con sus amigas, me entraron mariposas en el estómago y rapida pero silenciosamente fui hacia donde estaba; me encontraba justo detrás de él y le tapé los ojos con mis manos.
-Um, ¿quién soy? -dije risueña
-La cosa más preciosa del mundo -me respondió con amor
-Te equivocas, eso eres tú - me reí
Se giró y me abrazó.
-Um, una semana sin ti ha sido verdaderamente horrible Alex.
Le sonreí timidamente mientras que él se apartó de mi y me hizo dar una vuelta sobre mi misma. Aquel día me había decantado por unos vaqueros con una camiseta roja metida por el pantalón y una bailarinas también rojas. Me había echo la raya del ojo unicamente y me había echado un poco de gloss; para el pelo había utilizado una cola alta con un mechón rizado suelto.
-Sí, eres lo más bonito que tengo y que puede existir -dijo Marc tirando de mí ahcia él hasta besarme
-Puf, que mentiroso eres amor -le sonreí y le besé
Sonó el timbre y el profesor de Inglés entró en clase así que nos sentamos cada uno en nuestro sitio, Marc se sentó con Adri y yo con Sofía.

No hay comentarios:
Publicar un comentario