sábado, 17 de septiembre de 2011

Un amor de los de verdad #4

En cuanto me levanté del suelo vi que Marc cojeaba un poco y con la mano derecha se cogía el hombro, se lo había fracturado. Inmeditamente la acmpañé a la acera de enfrente y mientras Marc se sentaba en el bordillo de la calle, saqué el móvil para avisar al hospital pero me había quedado sin batería, así que supongo que tendríamos que ir nosotros andando.
-Marc venga vamos - le ofrecí mi mano
Marc me cogió de la mano y poco a poco nos fuimos acercando a urgencias. Una vez allí nos pidieron los datos y avisaron a nuestros padres. Trasladaron a Marc a una consulta con sus padres mientras su hermano Carlos y yo esperábamos fuera.
-Hola - dijo Carlos con una amplia sonrisa
-Hola- le sonreí
-¿Así que tú eres Alex, no?
-Sí soy yo, ¿por? - pregunté interesada
- Mi hermano suele hablar mucho de ti - sonrió
- Vaya no me lo esperaba - me puse algo nerviosa- te pareces bastante a tu hermano -le sonreí-
En aquel momento Marc salía de la consulta con la pierna escayolada, unas muletas y un vendaje en el hombro, iba acompañado de sus padres.
Los padres de Marc y Carlos se dirigieron al coche mientras Marc y yo nos quedábamos hablando en la puerta del Hospital.
-Marc lo siento mucho, ha sido por mi culpa -le dije sollozando-
-No te preocupes amor -me dijo alzándome la cara con la mano en la que no llevaba la muleta- si no te hubiese apartado, a saber que te habría pasado, y si a ti te pasase algo no me lo podría perdonar nunca Alex, nunca -se acercó a mi de tal modo que casi podía rozar sus labios-
Carlos nos llamó desde el coche, Marc me preguntó si quería ir con él a su casa; me daba mucha vergüenza así que le dije que no pero él insistió bastante y sus padres y su hermano también así que terminé aceptando.
Los apdres de Marc tenían un BMW de color azul oscuro casi negro, Carlos, Marc y yo íbamos sentados atrás, yo iba en la ventanilla izquierda y Marc en el centro me cogía la mano derecha. Marc vivía a las afueras y durante el camino fuimos hablando de que Marc tendría que estar al rededor de un mes sin poder jugar al fútbol, jugaba de defensa central derecho y era una de las estrellas de su equipo.
Al llegar a su casa, sus padres volvieron a irse a trabajar y nos quedamos Carlos, Marc y yo solos en la casa. Carlos se fue a duchar puesto que tenía clases de Inglés dentro de una media hora y Marc me enseñó la casa. Su habitación era verdaderamente bonita, marfil con muebles blancos y con una amplia ventana por la que entraba el sol entre las cortinas, también blancas. 
-¡Ay! -se quejó Marc
-¿Qué te pasa? -me acerqué a él rapidamente
-Me dule un poco el hombro -respondió con esfuerzo
Le ayudé a sentarse en la cama mientras le miraba el vendaje por si no estaba bien colocado.
-¿Está bien? - preguntó Marc
-Si, quizás debería irme y dejarte descansar
Intenté irme pero Marc me sujetó de la mano.
-No, solo necesito que me hagas un favor, ¿podrías taerme la medicina?
Inmediatamente fui a buscarla y se la llevé. Carlos fue a avisar a Marc de que se iba; una vez nos quedamos solos Marc empezó a enseñarme álbumes de fotos de cuando él era pequeño.
-Eras precioso -dije
-Claro y ahora soy un feto - dijo con ofendimiento falso
-¡Amoooooooooooooooooooooooooooooor! -le abracé- eras, eres y siempre serás ¡precioso¡ - me reí
-Claro, claro - dijo riéndose
-Sí -le respondí haciendo pucheros
-¡La mia vita! -dijo abalanzándose sobre mi para besarse mientras nos reíamos
-¿Sabes italiano amore mio? ¡Oh! Yo adoro el italiano, ¡y a los italianos!- me reí
-Pues entonces yo seré italiano - nos reímos al unísono
-No porque tu me encnatas aún más, mucho más, eres mi vida, mi vida entera amor
Me besó y aquel era un momento mágico verdaderamente mágico hasta que un dichoso teléfono sonó.
-¡RIIIIIIIIIIIIING RIIIIIIIIIIIIIIIIIIIING!
Marc inmediatamente salió de la habitación y fue a contestar
-¿Sí?
















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