sábado, 5 de noviembre de 2011

Un amor de los de verdad #26

Aquella tarde Ariadna me llamó para preguntarme que tal estaba y recordarme que mañana había una excursión, nos íbamos tres días toda mi clase a un abrco a olbservar los peces para luego hacer un trabajo. Yo iba de pareja con Marc desgraciadamente.
Por la mañana al llegar al puerto de encontré con Ari, la veía muy nerviosa.
-¡Alejandra, te mato! dijo corriendo hacia mi
-¡Ariadna! ¿Qué ha pasado?
-Carlos y Mateo, como siempre, estoy es un lío -dijo con voz amarga
-Bueno no te preocupes, ya te lo he dicho, el que te quiera de verdad lo demostrará -le sonreí
-Gracias cariño, bueno ¿como sigues? 
-Ahí voy tirando... -en aquel momento pasaron Marc y Sofía de la mano- es duro... -se me quebró la voz y Ariadna me abrazó- Ari muchísimas gracias por todo de verdad
-Nada -me sonrió con esa sonrisa que tenía ella que mostraba hasta en los peores momentos. Nos subimos al barco.
El profesor nos colocó en los camarotes según las parejas del trabajo así que me tocó con Marc; tendría que estar con él estos tres días.
-Hola 
-Adiós -respondí mientras me tumbaba en la cama
-Te estás comportando como una imadura
-Pues vete con tu novia la madura -cogí el movil y llamé a Ari- ¿Ari? nos vemos en un par de horas, te quiero- colgué
-Alejandra, ¿podemos hablar?
-¡¿Que quieres ahora?!
-A ti, no quiero perderte -dijo acercándose a mi
-Joder Marc, me dejaste tú pues ya está, dejame vivir mi vida -intenté abrir la puerta para irme pero él me lo impidió
-¡Creía que era lo mejor! Pero me he dado cuenta de que tomé la decisión equivocada -pegó nuestras frentes
-Y es que es lo mejor -me solté y me fui a buscar a Ariadna.
Cuando llegúe a su camarote la encontré sola cavizbaja sentada en la cama.
-Amor, ¿que ha pasado? -me arrodillé junto a ella
-Es Carlos, se ha enterado de que le gusto a Mateo, es todo tan complicado
-Pero si te gusta Mateo a ti también, ¿qué problema hay?
-Pues no sé, no quiero que Carlos esté así conmigo
-Te entiendo... -la cogí del barazo, la levanté y la abracé- ¿Sabes que te digo? Que te cojas el bikini que vamos a cubierta a tomar el sol -nos reimos al unísono
Estuvimos tomando el sol más de dos horas y después nos fuimos a comer con el resto. Luego tuvimos que ir a los camarotes para preparar todo ya que por la tarde íbamos a sumergirnos.
No hablé nada de nada con Marc, no quería saber nada de él. Al rededor de las 17:30 nos sumergimos, el fondo marino era precioso, bajamos muchos metros, más de 60 y cada vez me costaba más seguir el ritmo de Marc, fue entonces cuando me di cuenta de que mi bombona de oxígeno estaba rota y recordé que las había revisado y dado Sofía, me había tendido una trampa. Cogí el walki para llamar a Marc.
-¡Marc! Sofía me ha tendido una trampa me ha dado una bombona sin o... -se cortó el walki y perdí el sentido.
Cuando desperté estaba enla cubierta del barco, con el profesor y todos a mi alrededor, Marc me sujetaba fuertemente la mano mientras la besaba.
Me llevaron a la enfermería y enviaron un bote de regreso a casa para Sofía. Por la noche después de cenar Marc fue a visitarme.
-Lo siento, lo siento tanto amor, no era mi intención te lo juro que pasase esto -dijo casi llorando
-No te preocupes, no es tu culpa y estoy bien -le sonreí
-Sentía que te perdía, yo... yo... no me hagas esto nunca -se acercó a mí que casi nuestra respiraciones se entrelazaban
-¿Por qué tuviste que dejarme? -dijo con dolor
-Porque me equivoqué y no quería que sufieras más
-Pero Marc, ya te lo dije en la playa, solo contigo soy feliz, solo contigo
-Te quiero
-Yo también 
Entonces me besó e inevitablemente le sonreí, al vida volvía a ser feliz, había vuelto a encontrar eso a lo que llamamos felicidad.



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