Se quedó toda la noche conmigo haciéndome compañía y contándome mil planes. Cuando por la mañana temprano me desperté, le vi, sentado en una incómoda silla dormido y entonces solo pude sonreir, le quería tanto que al él podía perdonarle cualquier cosa porque sin él no podía; si definitivamente sin él no podía seguir hacia delante. Se despertó y me sonrió con esa sonrisa tan encantadora que me hacía enloquecer.
-Buenos días princesa
-Bueno días -le sonreí
-Me he dormido un poco -empezó a reirse- bueno, anoche vino la enfermera y dijo que esta mañana ya estarías bien así que podemos irnos.
Me cogió en braazos y luego me colocó en el suelo.
-Si te pasa algo muero Alex -me abrazó y luego me subió a sus hombros- venga vamos a bañarnos -se río
Corrió por todo el barco conmigo en los hombros y cuando llegamos a cubierta me soltó. Cogimos un salvavidas y nos tiramos al agua. Empezamos a cahpotearnos y a nadar. Al poco rato me acerqué a él hasta quedar a menos de cinco centímetros de él.
-Gracias por devolverme a la felicidad
-Gracias por ser mi felicidad
Me besó y me abrazó muy fuerte para que nunca me escapase de sus brazos.
Hola soy Rachel, una chica normal de 15 años que sueña con un mundo en el que todos seamos felices y consigamos nuestras metas, un mundo que compratir con esa persona especial a la que todos queremos, un mundo que aún habita solo en mis sueños.
sábado, 5 de noviembre de 2011
Un amor de los de verdad #26
Aquella tarde Ariadna me llamó para preguntarme que tal estaba y recordarme que mañana había una excursión, nos íbamos tres días toda mi clase a un abrco a olbservar los peces para luego hacer un trabajo. Yo iba de pareja con Marc desgraciadamente.
Por la mañana al llegar al puerto de encontré con Ari, la veía muy nerviosa.
-¡Alejandra, te mato! dijo corriendo hacia mi
-¡Ariadna! ¿Qué ha pasado?
-Carlos y Mateo, como siempre, estoy es un lío -dijo con voz amarga
-Bueno no te preocupes, ya te lo he dicho, el que te quiera de verdad lo demostrará -le sonreí
-Gracias cariño, bueno ¿como sigues?
-Ahí voy tirando... -en aquel momento pasaron Marc y Sofía de la mano- es duro... -se me quebró la voz y Ariadna me abrazó- Ari muchísimas gracias por todo de verdad
-Nada -me sonrió con esa sonrisa que tenía ella que mostraba hasta en los peores momentos. Nos subimos al barco.
El profesor nos colocó en los camarotes según las parejas del trabajo así que me tocó con Marc; tendría que estar con él estos tres días.
-Hola
-Adiós -respondí mientras me tumbaba en la cama
-Te estás comportando como una imadura
-Pues vete con tu novia la madura -cogí el movil y llamé a Ari- ¿Ari? nos vemos en un par de horas, te quiero- colgué
-Alejandra, ¿podemos hablar?
-¡¿Que quieres ahora?!
-A ti, no quiero perderte -dijo acercándose a mi
-Joder Marc, me dejaste tú pues ya está, dejame vivir mi vida -intenté abrir la puerta para irme pero él me lo impidió
-¡Creía que era lo mejor! Pero me he dado cuenta de que tomé la decisión equivocada -pegó nuestras frentes
-Y es que es lo mejor -me solté y me fui a buscar a Ariadna.
Cuando llegúe a su camarote la encontré sola cavizbaja sentada en la cama.
-Amor, ¿que ha pasado? -me arrodillé junto a ella
-Es Carlos, se ha enterado de que le gusto a Mateo, es todo tan complicado
-Pero si te gusta Mateo a ti también, ¿qué problema hay?
-Pues no sé, no quiero que Carlos esté así conmigo
-Te entiendo... -la cogí del barazo, la levanté y la abracé- ¿Sabes que te digo? Que te cojas el bikini que vamos a cubierta a tomar el sol -nos reimos al unísono
Estuvimos tomando el sol más de dos horas y después nos fuimos a comer con el resto. Luego tuvimos que ir a los camarotes para preparar todo ya que por la tarde íbamos a sumergirnos.
No hablé nada de nada con Marc, no quería saber nada de él. Al rededor de las 17:30 nos sumergimos, el fondo marino era precioso, bajamos muchos metros, más de 60 y cada vez me costaba más seguir el ritmo de Marc, fue entonces cuando me di cuenta de que mi bombona de oxígeno estaba rota y recordé que las había revisado y dado Sofía, me había tendido una trampa. Cogí el walki para llamar a Marc.
-¡Marc! Sofía me ha tendido una trampa me ha dado una bombona sin o... -se cortó el walki y perdí el sentido.
Cuando desperté estaba enla cubierta del barco, con el profesor y todos a mi alrededor, Marc me sujetaba fuertemente la mano mientras la besaba.
Me llevaron a la enfermería y enviaron un bote de regreso a casa para Sofía. Por la noche después de cenar Marc fue a visitarme.
-Lo siento, lo siento tanto amor, no era mi intención te lo juro que pasase esto -dijo casi llorando
-No te preocupes, no es tu culpa y estoy bien -le sonreí
-Sentía que te perdía, yo... yo... no me hagas esto nunca -se acercó a mí que casi nuestra respiraciones se entrelazaban
-¿Por qué tuviste que dejarme? -dijo con dolor
-Porque me equivoqué y no quería que sufieras más
-Pero Marc, ya te lo dije en la playa, solo contigo soy feliz, solo contigo
-Te quiero
-Yo también
Entonces me besó e inevitablemente le sonreí, al vida volvía a ser feliz, había vuelto a encontrar eso a lo que llamamos felicidad.
Por la mañana al llegar al puerto de encontré con Ari, la veía muy nerviosa.
-¡Alejandra, te mato! dijo corriendo hacia mi
-¡Ariadna! ¿Qué ha pasado?
-Carlos y Mateo, como siempre, estoy es un lío -dijo con voz amarga
-Bueno no te preocupes, ya te lo he dicho, el que te quiera de verdad lo demostrará -le sonreí
-Gracias cariño, bueno ¿como sigues?
-Ahí voy tirando... -en aquel momento pasaron Marc y Sofía de la mano- es duro... -se me quebró la voz y Ariadna me abrazó- Ari muchísimas gracias por todo de verdad
-Nada -me sonrió con esa sonrisa que tenía ella que mostraba hasta en los peores momentos. Nos subimos al barco.
El profesor nos colocó en los camarotes según las parejas del trabajo así que me tocó con Marc; tendría que estar con él estos tres días.
-Hola
-Adiós -respondí mientras me tumbaba en la cama
-Te estás comportando como una imadura
-Pues vete con tu novia la madura -cogí el movil y llamé a Ari- ¿Ari? nos vemos en un par de horas, te quiero- colgué
-Alejandra, ¿podemos hablar?
-¡¿Que quieres ahora?!
-A ti, no quiero perderte -dijo acercándose a mi
-Joder Marc, me dejaste tú pues ya está, dejame vivir mi vida -intenté abrir la puerta para irme pero él me lo impidió
-¡Creía que era lo mejor! Pero me he dado cuenta de que tomé la decisión equivocada -pegó nuestras frentes
-Y es que es lo mejor -me solté y me fui a buscar a Ariadna.
Cuando llegúe a su camarote la encontré sola cavizbaja sentada en la cama.
-Amor, ¿que ha pasado? -me arrodillé junto a ella
-Es Carlos, se ha enterado de que le gusto a Mateo, es todo tan complicado
-Pero si te gusta Mateo a ti también, ¿qué problema hay?
-Pues no sé, no quiero que Carlos esté así conmigo
-Te entiendo... -la cogí del barazo, la levanté y la abracé- ¿Sabes que te digo? Que te cojas el bikini que vamos a cubierta a tomar el sol -nos reimos al unísono
Estuvimos tomando el sol más de dos horas y después nos fuimos a comer con el resto. Luego tuvimos que ir a los camarotes para preparar todo ya que por la tarde íbamos a sumergirnos.
No hablé nada de nada con Marc, no quería saber nada de él. Al rededor de las 17:30 nos sumergimos, el fondo marino era precioso, bajamos muchos metros, más de 60 y cada vez me costaba más seguir el ritmo de Marc, fue entonces cuando me di cuenta de que mi bombona de oxígeno estaba rota y recordé que las había revisado y dado Sofía, me había tendido una trampa. Cogí el walki para llamar a Marc.
-¡Marc! Sofía me ha tendido una trampa me ha dado una bombona sin o... -se cortó el walki y perdí el sentido.
Cuando desperté estaba enla cubierta del barco, con el profesor y todos a mi alrededor, Marc me sujetaba fuertemente la mano mientras la besaba.
Me llevaron a la enfermería y enviaron un bote de regreso a casa para Sofía. Por la noche después de cenar Marc fue a visitarme.
-Lo siento, lo siento tanto amor, no era mi intención te lo juro que pasase esto -dijo casi llorando
-No te preocupes, no es tu culpa y estoy bien -le sonreí
-Sentía que te perdía, yo... yo... no me hagas esto nunca -se acercó a mí que casi nuestra respiraciones se entrelazaban
-¿Por qué tuviste que dejarme? -dijo con dolor
-Porque me equivoqué y no quería que sufieras más
-Pero Marc, ya te lo dije en la playa, solo contigo soy feliz, solo contigo
-Te quiero
-Yo también
Entonces me besó e inevitablemente le sonreí, al vida volvía a ser feliz, había vuelto a encontrar eso a lo que llamamos felicidad.
viernes, 4 de noviembre de 2011
Un amor de los de verdad #25
Día siguiente. Llegúe a clase demasiado temprano y con unas ojeras que me llegaban hasta el suelo, no había podido dormir nada en toda la noche pensando en Marc. Cuando llegué le vi, sentado en la mesa con la espalda apoyada en la pared. Le imité y me senté en la mesa de al lado.
-Hola -le dije cortante
-Hola
-¿Qué tal con Sofía?
-Para ya con eso, no he dormido en toda la noche pensando en ti -dijo con mal humor
-¿De qué dudas?
-Es que eso es lo que ella se cree, yo solo dije que a veces no sé si hacemos lo correcto estando juntos porque nos hemos hecho daño en el pasado
-Pero yo te quiero -solté un sollozo
-Y yo a ti, pero ¡no quiero hacerte daño!
-Me haces más daño con esto, mucho más, no imaginas cuanto- dije levantándome de la mesa mientras me dirigía a la ventana, él se quedó inmóvil -sí, me estás haciendo daño
-Se acabó, vamos a dejarlo, por el bien de los dos -se levantó se marchó.
Me quedé allí, parada mirando como als gotas de lluvia recorrían la ventana. Entonces llegó María, triste, muy triste para ser ella. María era una de las personas más sonrientes que conocía pero aquel día estaba mal, muy mal.
-Cielo, ¿que pasa? -me acerqué a ella corriendo
-Raúl... ¿no te has enterado?
-No, dime -dije mientras la abrazaba
-Mientras tú estabas fuera pasó algo, tomó una sobredosis de pastillas y esta madrugada ha muerto -empezó a llorar y se abrazó a mi. Raúl era el novio de María, eran una de las parejas de moda de todo el instituto, todos sabíamos que se adoraban.
La tristeza de María y mía contrastaba con la felicidad de Elena con Dani y Sofía, sí, con Marc.
Elena llevaba detrás de Dani mucho tiempo y por fin estaban juntos. Aquel día se hizo largo y de color gris, muy gris. En la hora del descanso decidí bajar para llamar a casa e irme, me encontraba mal, tnía fiebre, me acordaba de mi apdre y la verdad lo de Marc no ayudaba. Cuando llegué a casa y vi en mi habitación muchos de los momentos con Marc emepecé a arrancar cada foto con una lágrima, estaba rompiendo cada momento, cada beso, cada sonrisa, cada alegría que me había dado. Después cogí el anillo y el colgante y me los quité, tenía ganas de tirarlos pero no tenía fuerzas para tanto, así que me limité a dejarlos en el escritorio y coger un album de fotos de cuando era pequeña.
Necesitaba a mi padre, nunca imaginé que podría llegar a quererle tanto pero ahora que estaba lejos de mi era cuando mas falta me hacía.
-Hola -le dije cortante
-Hola
-¿Qué tal con Sofía?
-Para ya con eso, no he dormido en toda la noche pensando en ti -dijo con mal humor
-¿De qué dudas?
-Es que eso es lo que ella se cree, yo solo dije que a veces no sé si hacemos lo correcto estando juntos porque nos hemos hecho daño en el pasado
-Pero yo te quiero -solté un sollozo
-Y yo a ti, pero ¡no quiero hacerte daño!
-Me haces más daño con esto, mucho más, no imaginas cuanto- dije levantándome de la mesa mientras me dirigía a la ventana, él se quedó inmóvil -sí, me estás haciendo daño
-Se acabó, vamos a dejarlo, por el bien de los dos -se levantó se marchó.
Me quedé allí, parada mirando como als gotas de lluvia recorrían la ventana. Entonces llegó María, triste, muy triste para ser ella. María era una de las personas más sonrientes que conocía pero aquel día estaba mal, muy mal.
-Cielo, ¿que pasa? -me acerqué a ella corriendo
-Raúl... ¿no te has enterado?
-No, dime -dije mientras la abrazaba
-Mientras tú estabas fuera pasó algo, tomó una sobredosis de pastillas y esta madrugada ha muerto -empezó a llorar y se abrazó a mi. Raúl era el novio de María, eran una de las parejas de moda de todo el instituto, todos sabíamos que se adoraban.
La tristeza de María y mía contrastaba con la felicidad de Elena con Dani y Sofía, sí, con Marc.
Elena llevaba detrás de Dani mucho tiempo y por fin estaban juntos. Aquel día se hizo largo y de color gris, muy gris. En la hora del descanso decidí bajar para llamar a casa e irme, me encontraba mal, tnía fiebre, me acordaba de mi apdre y la verdad lo de Marc no ayudaba. Cuando llegué a casa y vi en mi habitación muchos de los momentos con Marc emepecé a arrancar cada foto con una lágrima, estaba rompiendo cada momento, cada beso, cada sonrisa, cada alegría que me había dado. Después cogí el anillo y el colgante y me los quité, tenía ganas de tirarlos pero no tenía fuerzas para tanto, así que me limité a dejarlos en el escritorio y coger un album de fotos de cuando era pequeña.
Necesitaba a mi padre, nunca imaginé que podría llegar a quererle tanto pero ahora que estaba lejos de mi era cuando mas falta me hacía.
jueves, 3 de noviembre de 2011
Un amor de los de verdad #24
Fuimos al entierro y luego volvimos a nustra ciudad, al día siguiente había instituto.
Aquella mañana se me hizo duro levantarme, solo podía pensar en mi padre. Cuando llegué cavizbaja al instituto, todos mis amigos se acercaron a preguntarme que tal estaba, las primeras Elena y María. Les pregunté por Marc y ambas se cruzaron una mirada de estar ocultándome algo.
-¿Qué pasa? -les pregunté
-No vayas a la clase -dijo Elena
No le hice caso y cuando entré en clase le vi, abrazado a Sofía, mi amiga al menos hasta aquel momento. Marc me vió y la soltó
-No, Alex no, no es lo que piensas, estaba mal y ella ha venido...
-¿Y qué es lo que pienso? Estabas mal y claro Sofía estaba cerca -le guiñé un ojo y hablé con ironía
-Escúchame -me cogió de la mano y fuimos al final del pasillo- Alex no es lo que piensas, ya te perdí una vez y nunca desprovecharía esta oportunidad
-Mientras que todos se han acercado a preguntarme como estaba, tu estabas abrazando a Sofía, persona que me ha traicionado y por la que muchas veces hemos tenido problemas...
-Es una amiga Alex, solo una amiga -dijo acercándose a mi
-Vale, pero hoy no estés conmigo -me alejé de él y me fui
En cuanto aría me vio mal se acercó a preguntarme que me pasaba mientras que Elena hablaba con Marc. El día se hizo duro, bastante duro pues yo no era la única que estaba mal, María tenía problemas y me dolía verla así. Elena sabía que las dos estábamos deprimidas así que por la tarde fuimos a tomar algo. me hicieron una encerrona y llamaron a Marc
-Mira, os quereis, asi que arreglad ya las cosas, nosotras nos vamos, mañana nos contais -dijeron ambas y se fueron con una sonrisa
-No te enfades con ellas, te quieren y no les gusta verte mal
-No estoy enfadada con ellas, ni contigo pero me ha molestado mucho lo de esta mañana -dije mirando hacia el suelo
-Lo siento, pero solo es una amiga, una amiga -dijo cogiéndome la cara
-Ella te quiere, no hagas que se confunda y crea cosas que no son
-Pero yo te quiero a ti, solamente a ti
Iba a besarle pero entonces sonço su móvil, era un SMS.
-¿Me dejas leerlo?
-¿Para?
-Vale, leelo tú.
Sin que se diera cuenta, leí el sms de reojo y era de Sofía.
"Cuando le vas a decir aalex qe tienes dudas y me qieres? llamam hoy, un besito"
-Falso...
-Alex, no queria decirtelo porque...
-Es mejor jugar a dos bandas, olvídame
Me fui y cuando llegué a casa me apoyé en la pared hasta caer al suelo, con las manos agarradas a las rodillas mientras lloraba.
No, esto no me podía estar pasando a mi, perderlo todo de golpe.
Aquella mañana se me hizo duro levantarme, solo podía pensar en mi padre. Cuando llegué cavizbaja al instituto, todos mis amigos se acercaron a preguntarme que tal estaba, las primeras Elena y María. Les pregunté por Marc y ambas se cruzaron una mirada de estar ocultándome algo.
-¿Qué pasa? -les pregunté
-No vayas a la clase -dijo Elena
No le hice caso y cuando entré en clase le vi, abrazado a Sofía, mi amiga al menos hasta aquel momento. Marc me vió y la soltó
-No, Alex no, no es lo que piensas, estaba mal y ella ha venido...
-¿Y qué es lo que pienso? Estabas mal y claro Sofía estaba cerca -le guiñé un ojo y hablé con ironía
-Escúchame -me cogió de la mano y fuimos al final del pasillo- Alex no es lo que piensas, ya te perdí una vez y nunca desprovecharía esta oportunidad
-Mientras que todos se han acercado a preguntarme como estaba, tu estabas abrazando a Sofía, persona que me ha traicionado y por la que muchas veces hemos tenido problemas...
-Es una amiga Alex, solo una amiga -dijo acercándose a mi
-Vale, pero hoy no estés conmigo -me alejé de él y me fui
En cuanto aría me vio mal se acercó a preguntarme que me pasaba mientras que Elena hablaba con Marc. El día se hizo duro, bastante duro pues yo no era la única que estaba mal, María tenía problemas y me dolía verla así. Elena sabía que las dos estábamos deprimidas así que por la tarde fuimos a tomar algo. me hicieron una encerrona y llamaron a Marc
-Mira, os quereis, asi que arreglad ya las cosas, nosotras nos vamos, mañana nos contais -dijeron ambas y se fueron con una sonrisa
-No te enfades con ellas, te quieren y no les gusta verte mal
-No estoy enfadada con ellas, ni contigo pero me ha molestado mucho lo de esta mañana -dije mirando hacia el suelo
-Lo siento, pero solo es una amiga, una amiga -dijo cogiéndome la cara
-Ella te quiere, no hagas que se confunda y crea cosas que no son
-Pero yo te quiero a ti, solamente a ti
Iba a besarle pero entonces sonço su móvil, era un SMS.
-¿Me dejas leerlo?
-¿Para?
-Vale, leelo tú.
Sin que se diera cuenta, leí el sms de reojo y era de Sofía.
"Cuando le vas a decir aalex qe tienes dudas y me qieres? llamam hoy, un besito"
-Falso...
-Alex, no queria decirtelo porque...
-Es mejor jugar a dos bandas, olvídame
Me fui y cuando llegué a casa me apoyé en la pared hasta caer al suelo, con las manos agarradas a las rodillas mientras lloraba.
No, esto no me podía estar pasando a mi, perderlo todo de golpe.
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