lunes, 17 de octubre de 2011

Un amor de los de verdad #21

A las cinco llegué a la piscina, entonces Aaron derepente me tapó los ojos con las manos y me llevó al fondo del jardín. Había un paquete en el suelo, era azul con un lazo blanco. Lo abrí, era un colgante, con un corazón en el que ponía A & A.
Me entraron ganas de llorar, aún llevaba el colgante y el anillo de Marc.
-Gracias amor, tengo que irme -le besé y me fui a mi habitación.
Los siguientes días fueron raros, a la semana siguiente era la competición de natación del país, mi amiga Vicky me contó que Marc también iba a participar. Llegó el día de la competición. Me dió mucha alegría ver a todos mis amigos. Fui a los vestuarios a desearle suerte a Aaron pero no estaba, me encontré con Marc.
-Alex, tengo que hablar contigo
-No quiero
-Porfavor...
-Vale, habla
-Vamos fuera
Fuimos a las afueras de la piscina, nos sentamos en el cesped, entre los árboles.
-Bien, dime, no tengo todo el día, tengo que ver a mi novio
-Aún llevas mi colgante y mi anillo -me sonrió con pena
-Puedo quitármelos ahora mismo eh
-No, porfavor. Te extraño, dime una cosa, ¿no echas demenos cuando te abrazaba y te decía que te amaba? 
-No, él también lo hace y me trata como a una princesa
-Y... ¿tú le respondes que es tu vida, como me decías a mi? Lo nuestro era mágico
-Déjame, no me hagas daño -me levanté e intenté irme pero me sujetó del brazo y no me dejaba, empecé a llorar
-No, no quiero hacerte daño, solo quiero que sepas que te amo, que no hay noche que me arrepienta del beso con Bea, que eres mi vida, lo mñas bonito que tengo, que soy para ti, que te necesito, necesito tenerte otra vez entre mis brazos -me abrazó
-No me ahgas más daño, ya bastante duro es ver a Aaron cada mañan y saber que no puedo olvidarte -empecé a llorar sin parar
-No me olvides, perdóname, por favor, te juro que fue un error, te lo juro, te quiero más que a nada, eres el único motivo de mi vida
-Tú eras mi aire, y derepente te marchaste
-No, sigo aquí, rogándote, jurándote que te amo solo a ti
-No puedo hacerle daño a Aaron, no se lo merece
-¡Pero nosotros nso merecemos ser felices!
-Te amo... pero es imposible -bajñe la mirada hacia el suelo
-Nada es imposible, no para nosotros, Alex porfavor
-Te necesito tanto...
Me besó. Derepente vi que Aaron nos miraba, quería morirme.
-Aaron yo...
-No me expliques nada, venia a decirte que tu madre ha llamado, vuelves a tu casa, que seais felices
-Gracias -dijo Marc. Aaron se marchó y me quedé cavizbaja.
-No te sientas mal, los sentimientos son así
-Pero no se merecía esto
-¿Y tú te mereces estar con alguien a quien no quieres?
-Intentaba olvidarme de ti, pero es que no puedo...
-No me olvides, te amo, y ahora vuelves a casa, todo volverá a ser como antes
-¿Como vuelvo yo ahora a casa, andando?
-Conmigo
Le miré y entonces lo tuve claro, le amaba tanto que sin él no odía ser feliz. Le besé, le besé como hacía mucho que no le hacía.
-Me echabas demenos, eh -se rió
-Y tú a mi también -me reí
Fuimos a mi casa a recoger las maletas y volvimos a la piscina. Marc ganó y me dedicó la victoria, depués nos dirigimos rumbo a casa, por fin.
Cuando llegué a casa abracé a mi madre y le dije lo mucho que la quería. Estar este tiempo sin ella me había echo darme cuenta de que la quería y la encesitaba muchísimo. Esa noche me fui a dormir a casa de Marc, sus padres tenían que ir a casa de la abuela de Marc, y nso quedábamos en casa, su hermano Carlos, Marc, una prima de él y yo. Su prima se llamaba Sofía, era muy simpática. Estuvimos hablando hasta las tantas, después Carlos y Sofía se fue cada uno a dormir a una ahabitación y yo me fui con Marc a la suya.
-Te amo tanto -me susurró mientras me abrazaba
-No vuelvas a fallarme, me muero sin ti -nos tumbamos en la cama y empecé a besarle.
-Siempre, no me dejes nunca -me susrró mientras me aproximaba nuestras cinturas.
Me puso enciam de él.
-¿Sabes que necesitaba ya oler tu colonia? La adoro
-Neceistaba volver a besarte y acariciarte, Alex, me gustas tanto, que hasta me asusta
-¿Por qué? le preguntñe mientras le besaba
-Por si algún día te vas, no sé que haría sin ti -me besó con fuerza y me mordió el labio
-¡Ay! Yo nunca me iré de tu lado, pero tú nunca te canses de mi porfavor -le besé en el cuello
-¿Cansarme de ti? Imposible. Pasó su mano por debajo de mi vestido acariciándome la espalda.
-¿También echas demenos eso? -me reí
-¿Sigo siendo eñ único o Aaron... -le tapé la boca con un beso
-Has sido, eres y serás el primero y el único, lo juro


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